Historia Económica, Política y Social de Colombia en el Siglo XX
El contexto de la historia política, económica y social de Colombia en el siglo XX, va estar marcada por una serie de acontecimientos que se dieron en el marco del bipartidismo colombiano, justamente entre el partido conservador y liberal. En este orden de ideas, el sistema político colombiano estuvo marcado hasta 1946 por la división hegemónica al poder de los dos partidos políticos. Así, el partido conservador mantuvo una hegemonía política dominante desde el final de la guerra de los mil días en 1902 hasta 1930. Fue precisamente cuando una serie de crisis al interior del partido, la gran depresión económica del momento y una acérrima oposición política por parte de los liberales y de disidencias del mismo partido, llevaron a que, el partido liberal, emprendiera una hegemonía de dominación al poder, desde el año de 1930 hasta 1946. Pero luego de esto, los conservadores vuelven al poder ejecutivo y las tensiones políticas y sociales se terminan por agravar con la muerte del dirigente y candidato del partido liberal Jorge Eliecer Gaitán, esto termina por materializar todas las manifestaciones sociales que se venían presentando en el país, por la crisis interna en el sistema político colombiano. De esta manera, empieza una época oscura en la historia de nuestro país; la época de la violencia.
La Violencia, 1946-1958
Fue una época caracterizada por la polarización política y
el sectarismo ideológico de los partidos que, como consecuencia, hacía que los
ciudadanos de a pie se enfrentan unos con otros. Consultando a Roberto, un anciano
de 75 años, oriundo de mi pueblo sobre esta época, me cuenta que, “en aquel
entonces, casi todos los colombianos se identificaban políticamente con un
partido político y defendían sus ideales, tanto así, que muchos perdieron la
vida por eso. Es más, en muchas ocasiones era mejor no decir que partido
político se profesaba para cuidar la vida. Además, mijito, la situación se puso
maluca con la muerte de Gaitán, todo se volvió más violento y todo por poder”.
Justamente la historia que me cuenta don Roberto es cierta, según Oquist (2010)
lo señala de la siguiente manera:
al principio de
1946 los partidos Liberal y Conservador se comprometieron en una lucha clásica
por la hegemonía partidista. Con la unión del Partido Liberal, en 1947, la
lucha adquirió nueva intensidad, que condujo finalmente al retiro de los
liberales del primer gobierno de Unión Nacional. Con el aumento de la
violencia, la lucha se intensificó durante 1948. El asesinato de Gaitán y la
insurrección masiva popular que siguió al hecho reunieron temporalmente a los
grupos dominantes que controlaban los dos partidos políticos tradicionales de
Colombia. La amenaza de una revolución popular pronto probó ser irrisoria y la
lucha por el poder fue reanudada de inmediato. Los liberales permanecieron
en el segundo gabinete de Unión Nacional hasta mayo de 1949, a pesar de la
difundida violencia liberal-conservadora en el campo, puesto que su estrategia
fue conservar el poder necesario para asegurar una victoria electoral en la
campaña para elegir el presidente del período 1950-1954. (p. 173)
Así las cosas, la época de la violencia fue un proceso de
intensificación de luchas internas por el poder, además, el constante
enfrentamiento político entre los partidos, hizo que el Estado sufriera algo
que fue llamado el derrumbe parcial del Estado, que fue precisamente la pérdida
de legitimidad y autoridad de las instituciones del Estado frente a su
población. Este tema de la violencia se intensificó tanto, que los partidos
políticos acordaron que la única salida al conflicto era la vía militar. Por
tal motivo, aprobaron la instauración de una dictadura militar en cabeza del
general Gustavo Rojas Pinilla, que también fue llamada un "golpe de
opinión”
Dictadura de Gustavo Rojas
Pinilla
Este golpe de Estado va estar caracterizado especialmente porque
recibió el apoyo de grupos políticos y en parte de la población, precisamente por
la situación feroz de violencia que se vivía en aquel entonces, el crecimiento
progresivo de grupos subversivos que se convertían en una amenaza para la clase
dirigente, dejaba ver que la única manera de terminar la violencia era por medio
de la represión de las fuerzas armadas. Así, se instaura un régimen militar que
pronto se convertirá en una dictadura que reprimirá a sus aliados; los grupos políticos
que lo apoyaron. Tanto así, que estos grupos políticos empezaban a pedir el
regreso del gobierno civil.
La situación de
represión masiva pronto se extendió a los liberales, con el cierre del periódico
más importante del país, El Tiempo, y a los conservadores, con la detención de
su jefe, Guillermo León Valencia. La política populista del gobierno militar
encontró desde comienzos de 1954 la resistencia de importantes grupos de
presión104. La oposición aumentó en el curso de 1955. Durante ese año los
conservadores y liberales comenzaron a pedir el regreso a un gobierno civil. (Oquist, 2010, p.
203)
Así que, pronto se empezaron a realizar acuerdos
bipartidistas para poder hacer oposición a la dictadura represiva en la que se había
convertido el mandato militar. Además, se juntó la crisis política con los problemas
económicos, que terminaron por generar mucho más malestar y cuando se anunció
la intención de que el dictador, el general Rojas Pinilla, quería seguir en la
presidencia hasta 1962, los partidos no lo aceptaron y como dice el viejo y conocido
refrán; este fue el agua que rebosó la copa, pues fue precisamente allí donde
los partidos realizaron una serie de manifestaciones con la idea que, era necesario
un nuevo gobierno de corte civil para reestructurar el orden en las instituciones.
Y así fue, el régimen cayo, se formó una junta miliar para gobernar mientras
que estructuraba un nuevo gobierno por medio democrático. Es allí justamente
donde nace el frente nacional.
El Frente Nacional
Este acuerdo entre el partido liberal y conservador se da en
el marco de la dictadura militar del general Rojas Pinilla. Nace precisamente como
forma de instaurar un nuevo gobierno de corte civil, recuperar la legitimidad y
autoridad de las instituciones que estaba perdido, terminar la violencia y pactar
por 16 años la sucesión en el poder cada cuatro años entre el partido conservador
y liberal. Además, la repartición de la administración pública entre los dos
partidos. Así lo señala Oquist, (2010) cuando afirma
que:
…la coalición
estipulaba que los ministerios, gobernaciones y, en realidad, todos los cargos
de gobierno en el país debían ser divididos paritariamente entre las dos
colectividades tradicionales, y que cada facción dentro de un partido debía
estar representada en ese 50% que le correspondía. La Presidencia se rotaría
entre los dos partidos y los asuntos fundamentales se negociarían por medio de
acuerdos políticos entre los directorios de las colectividades tradicionales. A
ambos partidos, y a todas las facciones dentro de éstos, se les garantizaban
igual tratamiento y acceso a las decisiones y cargos políticos.
Además de ello, Fue un consenso netamente
bipartidista donde se excluyó a los demás actores políticos y sociales.
El Frente
Nacional, en lugar de representar la política hegemónica de los liberales o los
conservadores, fue la hegemonía exclusivista de liberales y conservadores. En realidad,
el plebiscito que consignó al Frente Nacional en la Constitución del país
decía que los otros grupos serían excluidos de todo acceso al poder. (Oquist,
2010, p. 206)
De esta manera, el frente nacional se desarrolla en el marco
de los dos partidos políticos tradicionales que se rotaran el poder ejecutivo por
16 años entre 1958-1974. También es necesario afirmar que, este acuerdo se da también
con el fin de no entrar en la misma lucha violenta por la hegemonía que se vivió
en el primer medio siglo XX en el sistema político colombiano.
Nacimiento de las Guerrillas y
Crisis Sociales
La violencia bipartidista fue un periodo de tiempo extenso
que vivió el sistema político colombiano por ocupar el poder hegemónico del
Estado-nación. Norberto de 82 años, un abuelo de mi barrio en el municipio de
Puerto Nare, Antioquia, “recuerda que en este territorio empezaron a ser vistos
hombres armados con botas pantaneras que llegaban al pueblo los domingos,
nosotros los pobladores empezamos a sentir temor y ellos afirmaban que
representaban al pueblo que eran la voz del pueblo, de los que el gobierno
rechazaba y excluía. Así, en esta lucha
por el poder político en los partidos, cada vez que un partido toma el control
de poder, intentaba excluir al otro en la participación de la administración
pública. No obstante, existieron acuerdos entre los partidos para crear frentes
con sus oponentes que le permitieran gobernabilidad. Así mismo, nació el frente
nacional, que como lo dijimos anteriormente, fue un acuerdo bipartidista exclusivista
de los dos partidos, que impidió la participación de otras fuerzas políticas y
sociales en la lucha por el poder. Fue en este contexto de la creación del
frente nacional y de la época de la violencia, que surgieron grupos revolucionarios
y alzados en armas con el fin de luchar contra el status quo. En ese sentido,
el conflicto político se trasladó hacía una confrontación armada entre las
fuerzas del Estado y el surgimiento de las guerrillas. De esta manera, surgen
grupos comunistas motivados por las triunfantes revoluciones de Cuba y China en
su momento. (Grupo
de Memoria Histórica, 2013, p. 117)
Las luchas sociales en diferentes partes del territorio, que
a su vez se convirtieron en luchas armadas, terminaron por engrandar diferentes
grupos armados que, emprendían luchas por la tenencia de la tierra. Así lo
señala el Grupo
de Memoria Histórica (2013)
…A su vez, las
luchas agrarias asociadas a la continuidad del conflicto por la tierra
estuvieron directamente vinculadas con el nacimiento de las guerrillas
liberales de origen gaitanista, con las autodefensas comunistas y especialmente
con la plataforma política que dio origen al programa agrario de las FARC. (p. 120)
Así las cosas, es evidente que el surgimiento de diferentes
grupos guerrilleros y de paramilitares, se forja en todo el contexto de la época
de la violencia y se termina de materializar en el periodo de desarrollo del
frente nacional.
Casi
paralelamente a la fundación de las FARC en 1965, surgieron el Ejército de
Liberación Nacional - ELN (en 1962) y el Ejército Popular de Liberación - EPL
(en 1967), cuyas historias se remiten al encuentro entre los jóvenes habitantes
de las ciudades formados y radicalizados según los lineamientos de las
revoluciones cubana y china, y los herederos de las antiguas guerrillas gaitanista
del Magdalena medio, el alto Sinú y el valle del río San Jorge (la mayoría
campesinos), unos y otros descontentos con las restricciones de participación política
en el Frente Nacional.
Estado Benefactor Colombiano
(1946 – 1958)
Hablar de un Estado benefactor en el contexto de la época de
la violencia y de un sistema político militar, para mí, es un absurdo. En principio,
porque el interés particular de este periodo de tiempo era terminar la violencia,
por tal motivo, lo primordial era generar gasto público en la guerra y no en
los elementos que distinguen un Estado benefactor, especialmente y los más
primordiales; educación y salud pública y gratuita. Entonces, si bien existió
un régimen de Estado de bienestar para sus habitantes, fue precisamente uno muy
pasivo para el beneficio de los habitantes del territorio.
Además,
la implementación de un Estado benefactor que atienda las necesidades al menos básicas
de la población, requiere también de un alto gasto público y de repartir subsidios
a los más necesitados. Así lo señala Otálvaro Marín (2021) cuando
afirma que;
Sin embargo, para
el caso colombiano, el éxito de las políticas de protección social está
acompañado de un fuerte aumento del gasto público social, asociado al
otorgamiento de subsidios masivos con efectos positivos en el bienestar de las
familias en el corto plazo, sin embargo, las políticas no avanzan en superar
las trampas de la pobreza, en disminuir las inequidades y en forzar un cambio
en las desigualdades estructurales de la población.
En tal sentido, eso no pasaba efectivamente con la población
en el contexto de la época, pues precisamente porque gran parte del presupuesto
se debía invertir en la guerra con la narrativa de recuperar la paz y darle fin
a la época de la violencia.
Según el mismo Otálvaro Marín (2021) “La consolidación de
políticas de inclusión social para amplios sectores excluidos y vulnerables del
país fue impulsada a partir de la Constitución Política de 1991.” (p. 39) De esta
manera, podemos asegurar que el Estado benefactor en la epoca de la violencia,
fue un Estado de papel que no garantizaba
pilares fundamentales como son la educación y la salud pública y gratuita. En tal
sentido, fue a partir de la carta política del 91, en donde la naturaleza del Estado
social de derecho, hace de estos pilares la base para la implementación de un
estado de bienestar. No obstante, y con todos los avances que ha permitido la constitución
del 91, aun no es posible tampoco, un estado benefactor que alcance a toda su población.
Evolución Económica
Con el fin de la guerra de los mil días en 1902, también el país
queda en una fuerte crisis económica que perjudicó gravemente la situación de
la población. Es así como en el marco de la economía colombiana, entre 1903 y
1945, periodo marcado en el sistema político por las hegemonías bipartidistas, se
emprende un proceso de industrialización en los procesos productivos para
mejorar las exportaciones del país. Además, se tomaron medidas proteccionistas
con la implementación de aranceles para las materias primas. El mercado interno
crece debido a la buena producción de café. A la par con el crecimiento en la producción
del café, mejora el traslado de mercancías por vía fluvial y también la construcción
de vías férreas. Así mismo, las importaciones mejoraron para el país, sin
embargo, la fuerte inflación provocada por la gran depresión en 1930, golpeó fuertemente
el precio del café que luego para 1939 se recuperaría. A pesar del contexto de
la segunda guerra mundial, Colombia logró sostener y mejorar la situación económica
de consumo interno y de importaciones. (Fedesarrollo, 2019, p. 64-67)
En el gobierno de Laureano Gómez, se puede evidenciar un
modelo económico más inclinado al libre mercado, que terminó por mejorar las exportaciones
del país, el precio del café con tendencia hacía alza y unas mejoras a nivel
nacional en la construcción de infraestructura vial, que facilitó el transporte
de mercancías internas y a su vez, mejoró los accesos a los puertos para las
exportaciones. No
obstante, el Estado llevó a cabo un sistema de
corporativismo y siguió siendo interventor en el modelo económico.
Crisis social y Nueva Constituyente
La situación de violencia y crisis social de los años 80’
condujo a la necesidad de plantear un cambio en el sistema político colombiano.
Como la constitución de 1886 estaba casi que bloqueada desde el acuerdo del
frente nacional para realizar reformas, ya que, prácticamente cualquier
propuesta de reforma no prosperaba. Adicional a esto, la situación social en
crisis y un periodo de violencia acérrima que terminó por cobrar entre 1980 y
1990 la vida de 4 candidatos presidenciales Lo que terminó por incendiar los ánimos
de la crisis social y de violencia, fue la muerte del candidato presidencial
Luis Carlos Galán. Esto terminó por dar inicio a una serie de manifestaciones
pacificas por grupos universitarios que lograron captar la atención de otros grupos
sociales y de medios de comunicación que terminaron por hacer muy relevante
este tipo de manifestaciones. Mi papá me dice que, “fue una época muy maluca
con la muerte de Galán, pues porque mataron al candidato del pueblo y de los
pobres, ese fue Pablo Escobar porque Galán si lo iba a meter preso a ver si se
calmaba tanta violencia que este tipo estaba generando en el país”
Fue así como un grupo de estudiantes que nació de una manera
espontánea logró hacerse visible gracias a los medios de comunicación, que le
dieron ese impulso que necesitaban para llamar la atención de la clase política
y poder introducir una séptima papeleta en las elecciones de marzo de 1990 que
tuvo buen éxito gracias a la respuesta positiva de la ciudadanía en las urnas. Así
lo señala Zuluaga
(2008) en el proceso constituyente de 1991:
Finalmente, la movilización social, institucional y
ciudadana pudo concretarse en la séptima papeleta, depositada en las elecciones
que se llevaron a cabo el 11 de marzo de 1990 y que se constituyeron en un
hecho político de extraordinaria magnitud gracias a los 2’235.493 sufragios
estimados que los ciudadanos depositaron espontáneamente ese día, y en los
cuales solicitaban la puesta en marcha de una asamblea constitucional. (p. 39)
Es así como a partir de este momento histórico de coyuntura política
y social, Colombia impulsada por diferentes grupos y actores sociales, logrará derogar
la constitución de 1886 con la instalación de una nueva asamblea nacional
constituyente que, redactará una nueva carta política centrada en principios dogmáticos
de derechos fundamentales y de mecanismos de participación ciudadana. Es en este
sentido que, Colombia empezará una transformación política, económica, social y
cultural, a partir de un nuevo marco jurídico que regirá la vida política de
sus habitantes.
Conflicto Armado y Proceso de Paz
A pesar de una nueva constitución que busca generar un marco
jurídico que ayudara a vivir en medio de las diferencias, la violencia no paró
en el país. Los grupos armados tanto de guerrillas como de paramilitares, van a
permear las comunidades con el fin de objetivos económicos en el narcotráfico y
ejercen poder de territorios específicos, que en teoría política son denominados
territorios superpuestos en donde estos grupos armados al margen de la ley, serán
la ley, el estado y el orden para los ciudadanos de estos territorios. Y aquí precisamente
yo, a mis 37 años de edad, puedo dar fe y testimonio de que estos hechos. Por ejemplo,
en la zona donde vivo, el magdalena medio antioqueño, fue dominado militar,
social y económicamente por las autodefensas de Ramón Isaza alias “el viejo” el
hijo de Ramón Isaza alias “Terror” y otro comandante de esta zona llamado alias
“botalón”, todos ellos participaron en el proceso de paz que inicio el expresidente
Álvaro Uribe con la desmovilización de los grupos paramilitares de diferentes
territorios y se sometieron a la justicia. En el marco del conflicto armado de los grupos
paramilitares de mi zona, su sostenimiento económico se basaba en la extorsión,
el cobro de vacunas a comerciantes y el tráfico y microtráfico de drogas. Además
de ello, estos grupos se encargaban de hacer lo que se denominó limpiezas sociales
en donde asesinaban, torturaban y en el mejor de los casos llevaban a campos de
trabajo forzoso a ladrones, consumidores de drogas, homosexuales, entre otros,
para que se rehabilitaran para la sociedad. Aunque todos no contaban con la suerte
de ser llevados a estos campos, eran asesinados en sus casas o en la calle. Yo personalmente
viví este periodo de violencia y cada vez que mataban a uno en el pueblo, “todo
mundo” quedaba encerrado en su casa porque por ahí estaba el carro con los que
hacían la limpieza social, uno se llenaba de pánico y terror y lo que yo personalmente
quería era quedarme dormido rápido para olvidar lo que pasó. Mi mamá me cuenta
que para los años 90 y parte de 2001 a 2005, la guerrilla bloqueaba la vía Medellín
– Bogotá en el sector de monte loro, cerca geográficamente a las mercedes,
vereda de Puerto triunfo. Desde allí operaba los paramilitares de Ramón Isaza y
la guerrilla les peleaba el territorio con acciones violentas hacia la comunidad.
Bloqueaban vías, quemaban vehículos y se montaban a los buses para ver si
identificaban algún “colaborador” de los paramilitares. De mi municipio recuerdo,
la guerrilla mató varias personas de esa manera. Así, podemos ver como esta
lucha armada pasó a ser una guerra intensa por los territorios a cualquier
costo: “A mediados de 1997, la confrontación armada pasó de ser una suma de
disputas locales y regionales a una lucha por la definición estratégica a
escala nacional de la geopolítica del conflicto armado.” (Grupo de Memoria Histórica,
2013, p. 162)
Por otro lado, El ex presidente Andrés Pastrana se decidió
en su gobierno a emprender diálogos para un proceso de paz con las guerrillas
de las FARC. Una de las características elementales que exigió este grupo
guerrillero fue el despeje y la desmilitarización de cierto territorio. Este hecho
fue aprovechado por este grupo armado para extender sus acciones ilícitas del narcotráfico,
precisamente este último elemento era el causante del conflicto armado entre
los grupos al margen de la ley que se disputaban los territorios para las rutas
de sus negocios ilícitos. A este grupo guerrillero de las FARC no se le vio
voluntad de paz, pues usó este territorio para seguir delinquiendo y asesinando.
De hecho, fue el asesinato de tres ciudadanos americanos lo que hizo perder
legitimidad al proceso y dio paso para poner en crisis los diálogos:
Pero tal vez la
acción violenta que afectó la negociación de forma irremediable fue el
secuestro y asesinato de los tres indigenistas norteamericanos que estaban
realizando una campaña de solidaridad a favor de los indígenas una en el
departamento de Arauca. El hecho, acaecido el 9 de marzo de 1999, suscitó una
crisis en el desarrollo del proceso de negociación.
Pero el proceso de diálogos llegó a su final definitivo
cuando este grupo armado demostró que en realidad su fin era la delincuencia,
el ribo, el asesinato y el secuestro:
Finalmente, el
secuestro del senador Jorge Eduardo Gechem Turbay, presidente de la comisión de
paz del Senado, cometido el 20 de febrero del 2002 por un comando de la columna
móvil Teófilo Forero de las farc, fue el detonante para que el presidente
Andrés Pastrana declarara oficialmente rotos los diálogos con las farc. A
continuación se dio inicio a la recuperación de la zona de despeje por parte de
la Fuerza Pública. La consiguiente respuesta militar de la farc desató una
ofensiva nacional que intensificó las disputas regionales y territoriales con
los paramilitares: en ese contexto de lucha entre guerrilleros y paramilitares
se enmarca el crimen de guerra en Bojayá, cometido en mayo del 2002, que
mostraba los enfrentamientos por el control del bajo y medio Atrato. (Grupo de Memoria
Histórica, 2013, p. 170)
Es así como entra en el contexto político colombiano Álvaro Uribe
Vélez con su discurso de seguridad democrática, en el cual promete reestablecer
el dominio por parte del Estado de los territorios dominados por grupos al
margen de la ley. Este expresidente inició diálogos de paz con los grupos paramilitares
y los desmovilizó, aunque eso está en duda por muchos pues este suceso estuvo
marcado por muchas irregularidades. En mi zona del magdalena medio, estos
grupos siguen operando, aunque ya no como antes desde la ilegalidad, sino que más
bien, lo que han hecho estos grupos, es que se han legalizado por medio de
empresas y a través de ellas, ejercen coerción para que se les adjudique contratos.
Así, operan “legalmente” pero siguen ejerciendo la coerción por medio amenazas violentas,
si ellos no so participes en la contratación de los servicios por parte de las
empresas privadas de la región.
Por otra parte, está el proceso de paz que inició el
expresidente Juan Manuel Santos con la guerrilla de las FARC, en mi opinión personal,
un proceso que, entre otras cosas, tuvo como fin la reelección de Santos. El proceso
que tuvo una característica elemental y fue la convocatoria al pueblo por medio
de un mecanismo de participación ciudadana, el plebiscito por la paz. El pueblo
votó no y, sin embargo, el proceso se llevó a cabo a pesar de la promesa de Santos
de someterse a la voluntad de la decisión del pueblo. En cierto que el proceso trajo
la terminación del conflicto en muchos territorios, pero al día de hoy, las
disidencias de las guerrillas siguen operando estos y otros territorios que dan
continuación al conflicto armado, especialmente por el modelo económico de
estos grupos; el narcotráfico. Un aspecto negativo de este proceso, es la impunidad que tienen al
día de hoy ciertos lideres guerrilleros que ocupan cargos en el congreso, que
no son elegidos por votación popular y que además no ha cumplido con restaurar víctimas
y tampoco han entregado información de rutas del narcotráfico. Y como si fuera
poco, hoy se creen dueños de la moral en el contexto del sistema político colombiano.
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Grupo de Memoria
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http://centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/bastaYa/capitulos/basta-ya-cap2_110-195.pdf
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Otálvaro Marín, B.
(2021). "Transformaciones de los regímenes de bienestar en
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Governance : Vol. 5: edición. 8, Artículo 5. Obtenido de
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Zuluaga, R.
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https://www.researchgate.net/publication/283487093_De_la_expectativa_al_desconcierto_El_proceso_constituyente_de_1991_visto_por_sus_protagonistas?enrichId=rgreq-941b990f45ca307ca5092a007a39b444-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI4MzQ4NzA5MztBUzoyOTIwNTkyNzg3
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