¿Por qué es necesario participar en política?

 En la filosofía política del pensador clásico Aristóteles, la política es esa forma como los ciudadanos se relacionan con los asuntos de la ciudad, entendiendo al hombre como un animal político, (Zoon politikón) es decir, el hombre por naturaleza necesita de su relación con otros para construir relaciones en función del bienestar de todos. Etimológicamente la palabra política proviene del griego Politeia, de la cual se deriva la polis que significa la ciudad.  La política es básicamente los asuntos de la ciudad.

En el pensamiento del politólogo Gianfranco Pasquino, la política es la actividad que las personas desarrollan para mantener junto un grupo, protegerlo, organizarlo y ampliarlo, para escoger quién toma las decisiones y cómo, para distribuir recursos, prestigio, fama, valores, entre otros. en ese sentido y siguiendo el pensamiento de Pasquino, la política es la forma en como nos organizamos en un estado, en virtud y en función del poder.

Para el filósofo Jürgen Habermas, en su teoría la ética del discurso, establece la necesidad de una nueva forma de democracia, basada en la participación política a través del consenso de la democracia deliberativa, en otras palabras, lo que propone Habermas, es que todos participemos de una manera racional con el mismo nivel de importancia en la vida política y democrática. Como resultado, el ciudadano ya no considera su nivel de participación al hecho de votar cada cierto tiempo, sino que, por el contrario, se convierte en un actor activo de la participación en las decisiones políticas. Así las cosas, los ciudadanos ya no son meros espectadores que contemplan lo que hacen los políticos, sino que, en virtud de esto, los obliga a establecer contactos continuos con la ciudadanía, para entender lo que ésta quiere, ya que en definitiva una democracia es el gobierno del pueblo.  

En conclusión, la participación política de los ciudadanos va en virtud de la necesidad y escases de los actores activos en los asuntos políticos de la ciudad, en el hecho de que esa participación directa de cada uno de nosotros, puede injerir directamente en las decisiones políticas de nuestros territorios. He aquí la importancia de la participación directa en la política, dejando de un lado el mero hecho de ser espectadores.